Tipos de estrés
El manejo del estrés puede resultar complicado y confuso
porque existen diferentes tipos de estrés: estrés agudo episódico y estrés
crónico. Cada uno cuenta con sus propias características, síntomas, duración y
enfoques de tratamiento. Analicemos cada uno de ellos.
ESTRÉS AGUDO
El estrés agudo es la forma de estrés más común. Surge de
las exigencias y presiones anticipadas del futuro cercano. El estrés agudo es
emocionante y fascinante en pequeñas dosis, pero cuando es demasiado resulta
agotador.
Del mismo modo, exagerar con el estrés a corto plazo
puede derivar en agonía psicológica con la sintomatología física que ya se ha
determinado.
Afortunadamente, la mayoría de las personas reconocen los
síntomas de estrés agudo porque hacen parte de su vida diaria.
Dado que es a corto plazo, es estrés agudo no tiene
tiempo suficiente para causar los daños importantes asociados con el estrés a
largo plazo.
El estrés agudo puede presentarse en la vida de
cualquiera, y es muy tratable y manejable.
ESTRÉS AGUDO EPISODICO
Están aquellas personas que tienen estrés agudo frecuentemente,
porque sus vidas son tan desordenadas que ellos las consideran un caos y en
crisis. En algunos de estos casos se habla de estrés agudo episódico.
Siempre tiene afán, pero llega tarde a todo. Si algo
puede salir mal, les sale mal. Asumen muchas responsabilidades, tienen demasiadas
cosas entre manos y no pueden organizar la cantidad de exigencias auto impuestas
ni las presiones que reclaman su atención.
Es común que las personas con reacciones de estrés agudo
episódico estén demasiado agitadas, permanentemente están de mal genio, son
irritables, ansiosas y están tensas. Suelen describirse como persona con mucha “energía
nerviosa”.
Siempre apuradas, tienden hacer cortantes y a veces su irritabilidad se trasmite como hostilidad
real. El trabajo se vuelve un lugar muy estresante para ellas.
La personalidad tipo A, propensa a los problemas cardiacos
descrita por los cardiólogos Meter Friedman y Ray Rosenman, es similar a un caso extremo de
estrés agudo episódico. Las personas con personalidad tipo A tienen un impulso
de competencia excesivo, agresividad, impaciencia y un sentido “agobiador de la urgencia”. Además,
existe una forma de hostilidad sin razón aparente, pero bien racionalizada y
casi siempre una inseguridad arraigada profundamente. Dichas características de
personalidad Tipo A Meter Friedman y
Ray Rosenman descubrieron que es más probable que las personalidad tipo A desarrollen enfermedades coronarias que
las personalidades Tipo B las cuales muestran un patrón de conducta opuesto.
Otra forma de estrés agudo episódico surge de la
preocupación incesante. Los “doña o don angustias” ven el desastre a la vuelta
de la esquina y prevén con pesimismo una catástrofe en cada situación.
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